INTRODUCCIÓN

Tenemos que llegar a la comprensión de que cada tropiezo, piedra en el camino, es un moti-vo para aprender de la experiencia, por más dura que la misma pueda ser.

Octubre 15, 2006

INTRODUCCIÓN
De entrada quiero aclarar que esto no es una novela ni nada parecido y a pesar de la explica-ción de lo que les cuento a continuación, más adelante llegará en detalle, tengo que dejar asentado que este libro lo estoy escribiendo por sugerencia de diversos Maestros Espirituales.

La primera indicación de esta labor la recibí del Guía de Sexta Dimensión Hesterectoramus, llamado Héctor, durante mi segunda visita a Hawaii, este año durante una lectura que me hizo en el mes de septiembre.
Debido a que todo lo que me presagió Héctor en la primer lectura que tuve el año pasado durante el crucero que hice por la Vieja Lemuria, esta vez, cuando me dijo lo del libro, lo tomé en cuenta pero dado que a mi regreso a mi hogar en Buenos Aires, Argentina tenía muchísimo otro tra-bajo, no le dediqué mayor tiempo.
Ahora para mi gran asombro hace cosa de unas dos semanas atrás o sea a mediados de octubre tanto Yeshua como Tobías hacían referencia a la escritura de este libro y a la importancia que el mismo tenía.

Me explicaron que tenía que contar todo el camino que he recorrido para que les sirva a otros humanos de guía de cómo cosas que parecen imposibles, sí lo llegan a ser.

Como no hay casualidades en la vida, ayer, 14 de octubre del 2006 mientras estaba tomando el sol me imaginé que iba a nadar con Aurelian (mi delfín) y luego lógicamente me encontré con Aura-lias, mi hermana y maestra ballena. Ella me transmitía que me tratase de agarrar de ella porque me quería llevar a la profundidad del océano. De alguna forma lo conseguí y ella, rodeada de los delfines que nos acompañaron por si hacia falta auxiliarme, me llevó a la profundidad hasta encontrar la pirámide de cristal que me había indicado el año pasado Rick Sterling durante la lectura de las Profecías Lemurianas, que la buscase, la cual tenía una parte ahuecada dentro de la cual se hallaba un libro, que contenía un mensaje que tenía que leer.

Tenía que comenzar a leer por atrás el libro ya que lo de adelante estaba sin escribir. Lo in-tenté hacer ya en aquel entonces, pero no me fue posible descifrar la lectura. Cuando esta vez me fijé me di cuenta que era la historia de todas mis vidas de eones atrás y que la parte de adelante estaba en blanco ya que eso correspondía al libro que tenía que escribir.
Es ahí donde se me ocurrió el título de la Historia de una Transformación, Un Milagro Hecho Realidad y justo al estar desgrabando los mensajes de Una Voz de las Ballenas y de los Delfines de este año, fue que me acordé de esto y quiero registrarlo ya que incluso el título me parece de impor-tancia.

Sé que esta introducción es un poco rara porque deja abierta un montón de preguntas, todas las cuales serán respondidas durante el escrito, incluso, me han indicado la conveniencia de hacer una especie de títulos para las distintas etapas, para facilitar así más adelante la búsqueda de los diversos temas.

Desde ya quiero expresar mi profundo agradecimiento a mi amigo y guía, ahora sí un ser humano, Florentino Brasas, que me está ayudando a comprender cómo se tiene que armar un libro, a mi amiga de largos años y correctora, Traudel Eicher y por supuesto todo mi indecible agradecimiento a todos los Maestros Espirituales que me acompañan actualmente en todo el andar de mi vida, debiendo recalcar especialmente, por tener que ver con el libro, al Maestro Yeshua, conocido como Jesús, a Tobías y a Kirael.

Todo lo demás trataré de ir desplegándolo paso a paso, con el mejor orden posible, pero no se olviden, no soy un capítulo, soy una persona entera, así que a lo mejor no sale tan bien separado, pero espero que comprendan que no soy ni quiero ser escritora sino mi simple deseo es que con mis vivencias otros hermanos y hermanas vean lo que uno tiene que superar, sufrir, y conseguir.

Tenemos que llegar a la comprensión de que cada tropiezo, piedra en el camino, es un moti-vo para aprender de la experiencia, por más dura que la misma pueda ser. Lamentablemente estas enseñanzas no nos las dan desde la cuna, como tampoco nos enseñan que tenemos que amarnos a nosotros mismos, antes que nada, para así poder amar al prójimo y compartir con él lo que hemos logrado.

 Eternamente le doy gracias a Dios, o sea a mi Dios interior, porque este es un aprendizaje que he incorporado, pero les digo que me ha costado mucho, pero ahora, cada vez más, me amo, me trato de mimar y así seguir incrementando el amor que puedo brindar a otros.

Bueno, creo que esto como introducción es suficiente y pasaremos a lo que fue y ahora es mi vida, primero como Anita, de tercera dimensión, y ahora como Alexiis, que sale volando por las dimensiones.